Bolitas de Brócoli

Pela la cebolla y los ajos y pícalos finamente. Ponlos a freír en una sartén con poco aceite a fuego medio-bajo hasta que se doren.

Lava el brócoli, corta los brotes y tritúralos o rállalos. Cuando la cebolla esté dorada, incorpora esa parte del brócoli a la sartén y remueve (el tallo puedes conservarlo para otras recetas). Después, tritura las almendras y añádelas también a la sartén. Salpimenta a tu gusto.

Prepara un "huevo" de chía colocando en un cuenco una cucharada de semillas de chía junto con tres cucharadas de agua. Deja actuar al agua durante unos pocos minutos, hasta que adquiera una consistencia similar a la del huevo.

Retira los ingredientes de la sartén y colócalos en un cuenco. Incorpora el "huevo" de chía y remueve bien. Comprueba la consistencia e incorpora el pan rallado para compactar, según se necesite. Cuando la consistencia esté lista, comprueba el sabor y salpimenta de nuevo, si fuera necesario.

Forma las bolitas de brócoli con las manos y fríelas en una sartén profunda con aceite muy caliente. Remueve para que se doren uniformemente, pero con cuidado de que no se deshagan. Retira y ¡a comer!

Si no tienes semillas de chía, puedes tratar de conseguir que la masa compacte mediante la combinación de otros ingredientes. Por ejemplo, puedes añadir alguna legumbre cocida triturada, como si se tratara de una hamburguesa vegana.

Si no tienes pan rallado, puedes utilizar harina de trigo para compactar.