Flores de Calabacín y Salmón Ahumado

Pon un cazo con agua a hervir. Mientras, lava y corta las puntas del calabacín. No lo peles.

Corta el calabacín a la mitad longitudinalmente y saca láminas finas de cada parte. Tampoco tienen que quedar perfectas.

Cuando el agua hierva, mete las láminas de calabacín y deja cocer 2-3 minutos. Solo hay que quitarles un poco la dureza. Saca, escurre y reserva.

Corta el pan de molde en cuadrados más pequeños (4 por rebanada) o círculos. Para ello puedes usar un vaso de tubo, que tiene la boca más estrecha que uno normal. Tuesta el pan en una sartén, sin grasa, por ambas partes. Reserva.

Corta el calabacín y el salmón en tiras a lo largo. Ten en cuenta que del calabacín solo podrás sacar dos tiras de cada lámina, ya que lo que te interesa es la corteza verde. Corta las tiras de salmón de un centímetro de ancho aproximadamente y las de calabacín un poquito más estrechas.

Para el montaje unta las tostadas de pan con el queso crema. Enrolla una tira de salmón y colócala enrollada en el centro de la tosta. Una vez puesto el centro de la flor de salmón, coge algún trocito de salmón suelto que tengas y rodea la flor haciendo capas. Con dos trocitos bastará.

Rodea el salmón con la tira de calabacín, una o dos, como más te guste. ¡Y listas!