Pollo en Salsa Cremosa de Espinacas y Queso

Lava las espinacas, córtalas en tiras y resérvalas.

En una tabla coloca los muslos de pollo y échales un poco de sal y pimienta.

En una sartén amplia echa el aceite de oliva. Cuando esté caliente añade el ajo cortado en láminas y sofríelo apenas un par de minutos. Coloca los muslos de pollo en la sartén y, a fuego medio, ve dorándolos. Gíralos de vez en cuando para que queden sellados por todos sus lados. Cocina los muslos unos 8-10 minutos. Luego retíralos de la sartén y colócalos en un plato.

En esa misma sartén (sin limpiar, con su aceite) vierte la nata líquida, el queso rallado y el agua. Revuelve todo. Añade las espinacas, verás que poco a poco van reduciendo su volumen. Puedes añadir una pizca de sal a la salsa. Y cocina durante 3-4 minutos.

Pasado ese tiempo introduce los muslos de pollo en la sartén y deja que se cocinen en su salsa durante 20 minutos a fuego suave. Comprueba que la salsa tiene el espesor que te gusta. En caso de que sientas que la salsa se queda demasiado espesa, puedes ir añadiendo un poco más de agua (o caldo). Cuando transcurran los 20 minutos puedes apagar el fuego y servir el pollo en su salsa en la mesa.

Nosotros empleamos queso parmesano rallado en la receta.

Si sustituyen el agua por caldo de pollo mejor que mejor, más sabroso te quedará.