Canelones de Calabacín Rellenos de Atún

Lava el calabacín y córtalo a lo largo en láminas finas. Para ello puedes ayudarte de una mandolina, un cortador, un cuchillo... lo que mejor te venga. Ahora pon agua a hervir en una cazuela lo suficientemente amplia como para que te entren las tiras de calabacín y cuando el agua esté hirviendo, añade un poquito de sal e introduce las láminas de calabacín. Cuécelas entre uno y dos minutos, que estén tiernas pero ofrezcan una pequeña resistencia. Sácalas y resérvalas sobre un escurridor.

Prepara el relleno, es muy fácil. Pica la cebolla y escurre el atún de su lata, y viértelo en un recipiente. Añade la salsa de tomate y revuelve bien. Puedes echar un poco de pimienta a la mezcla.

Estira las láminas de calabacín sobre una superficie plana (encimera, tabla, etc.). Sécalas con papel absorbente. Pon una cucharadita de la mezcla en uno de los extremos de cada lámina y enrolla hasta formar el canelón.

Te hemos presentado la versión fría de canelones pero si te apetece tomarlos calentitos puedes calentar un poco el relleno en una sartén, formar los canelones y terminar echando un poquito de queso por encima. Los metes al horno y dejas que el queso se funda, en apenas unos minutos los tendrás listos. ¡Riquísimos!