Quesadilla de Jamón York y Queso con Pico de Gallo

Primero harás las tortillas. Para ello, pon en un cuenco amplio la harina, la sal y el aceite de oliva. Calienta el agua durante unos segundos en el microondas y añade. Mezcla con una cuchara primero y termina con la mano hasta hacer una bola. Luego, sobre la encimera bien limpia, echa un hilito de aceite y amasa hasta obtener una masa homogénea, lisa y elástica. Debe quedar más bien blanda.

Elige una sartén amplia y una cacerola que quepa en su interior. Echa un poquitín de aceite en la sartén y pinta el culo de la cacerola. Coloca sobre la sartén a fuego fuerte para que se vayan calentando. Divide la masa en dos trozos, estira con el rodillo lo más fino posible.

Quita la cacerola, pon la masa estirada sobre la sartén bien caliente e inmediatamente coloca la cacerola encima y presiona. En unos 10 segundos estará lista. Dale la vuelta, porque el lado de la sartén se dora un poco más que el de la cacerola. Saca a un plato y reserva.

Pon la cacerola a calentar y, cuando haya cogido temperatura, repite la operación con la otra mitad de masa, pero en este caso, no des la vuelta a la tortilla, para que quede un lado más dorado que otro.

Monta en un plato. Pon la tortilla con la cara menos dorada tocando el plato, cubre con jamón york, queso y otra vez jamón york. Coloca la otra tortilla. Pon la quesadilla por la parte menos dorada en la sartén a fuego medio hasta que empiece a fundirse el queso. Saca a un plato y corta con la tijera en picos.

Para hacer el pico de gallo, pela el tomate y trocea en cubitos pequeños. Limpia la cebolla y pica en trocitos pequeños. Aliña con sal, zumo de lima y cilantro fresco picado. Mezcla y reparte sobre la mitad central de la quesadilla.

Para hacer menos cantidad, rellena la mitad del wrap o tortilla de trigo y dobla, quedará con forma de empanadilla.

Si no te apetece hacer las tortillas de trigo caseras, puedes comprarlas y pasarlas por la sartén durante unos segundos por cada lado para que queden crujientes.

Puedes meter la quesadilla en el horno, una vez montada, en vez de pasarla por la sartén. Elige la opción más cómoda para ti. Eso sí, en cualquier caso, hazlo antes de aliñar.

El pico de gallo no es obligatorio, pero aporta frescor y una gran combinación de sabores a la receta. Si te gusta el picante, puedes añadir trocitos de chiles jalapeños. O también un guacamole casero le va genial.